SEGUIMOS CON LAS ACTIVIDADES DEL PROYECTO "AULAS LIBERA" EN LOS CENTROS EDUCATIVOS DE EXTREMADURA

 

 

ADENEX continúa sus movimientos de educación y divulgación ambiental en centros educativos de Extremadura acercando, concretamente al colegio Cervantes de Alange y al Instituto Joaquín Sama de San Vicente de Alcántara, en la provincia de Badajoz, diferentes actividades relacionadas con el problema de los residuos en nuestros entornos.

La gran dispersión de la ya conocida como “basuraleza”, la basura que encontramos en la naturaleza, supone un grave problema que ADENEX, impulsado por el proyecto Aulas Libera de Seobirdlife y Ecoembes, quiere visibilizar ante profesorado y alumnado que no dejan de sorprenderse con las cantidades de desechos diseminados por todas partes.

El colegio Cervantes en Alange, se sumó a la iniciativa participando en un entretenido y educativo juego de identificación de residuos desde las aulas, en el cual los niños pudieron, previa introducción y con ayuda del monitor y educador ambiental, identificar y tomar nota de la cantidad de basura que se puede observar a través de las imágenes proporcionadas por Google Maps en distintos trayectos de carreteras. Las cunetas se revelaron como un auténtico vertedero de botellas de plástico, latas, papeles y bolsas como los residuos más frecuentes en estas ubicaciones, así como otros restos puntuales localizados tales como restos de neumáticos, paquetes de tabaco o mascarillas.

 

En el caso del Instituto de Educación Secundaria Joaquín Sama en San Vicente de Alcántara, la jornada consistió en la ya conocida recogida de residuos que se saldó con alrededor de 60 kilos de basuraleza acumulada, identificada y reciclada por las distintas aulas del centro. En este caso, llamó la atención de los participantes los cúmulos de restos como colillas y botellas de plástico y de vidrio, mayoritariamente cervezas y otras bebidas, que los alumnos pudieron identificar en un área, al parecer, de botellón y de cercanía con una discoteca del lugar. Así, los estudiantes, participando activamente, recogieron 19 kg de restos plásticos, 20 kg de restos de vidrio y 21 kg de otros restos.

Tanto en uno como en otro, los esfuerzos y el interés de los participantes resultaron muy positivos, pudiendo comprobar con satisfacción como la implicación de estos jóvenes que abren los ojos con indignación e implicación ante un problema, los convierte en habitantes activos que quieren poner solución.

 

 

 

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