ADENEX exige explicaciones y aclaraciones suficientes acerca de la proliferación de plantas invasoras en la cuenca del Tajo en Extremadura, pues desde hace más de 4 años se conocen afeccione en distintos afluentes del Tajo y, ahora mismo, en el propio embalse de Alcántara.
Este domingo nos dan la señal de alarma que una nueva planta invasora está cubriendo todo el embalse del Tajo en la zona de Garrovillas de Alconétar (Cáceres).
Se trata de la azolla, cuya extensión amenaza todo el embalse de Alcántara. De características distintas al camalote en el Guadiana, pero igualmente expansiva probablemente con una temperatura y humedad ambiente determinada. Localizada ya el noviembre pasado, ha vuelto y nos tenemos que, si no se controla, para quedarse.
Y resulta que la azolla es una vieja conocida, pues en mayo de 2016, ya estuvo en el río Almonte en su confluencia con el Tajo. En aquel entonces tanto la Junta de Extremadura como Confederación del Tajo llamaron a la tranquilidad "no pasaba nada". Un manto de color rojizo cubría más de un kilómetro de lo que se denominó entonces un helecho de agua. El riesgo estaba en que llegara al propio pantano del Guadiloba, de donde la ciudad de Cáceres toma el agua. Por lo demás, "no hay motivos de preocupación". Aunque ahora, precisamente ahora en este confinamiento, se ha vuelto a pedir el trasvase del Almonte al Guadiloba para abastecer con seguridad a Cáceres. Deciden desempolvar el famoso trasvase del Portaje paralizado desde el 2013 por problemas técnicos, económicos y ambientales evidentes.
Por otra parte, durante diciembre de 2018 en el río Salor y, en enero del 2019 en el río Almonte, aparecen con una nueva invasora, la lugvigia, la cual inunda superficialmente 9 kilómetros de río Alagón con gran riqueza piscícola y deportiva. Tampoco es similar al camalote ya que no se fija al fondo, pero con consecuencias similares de impactos ecológicos.
Las quejas municipales y sociales entonces tampoco fueron escuchadas, ni por Confederación Hidrográfica del Tajo, ni por la Junta de Extremadura. Cada una de ellas se aferró a sus competencias siendo incapaces de coordinarse entre ellas y dejar que todo siguiera sin resolverse. De esta manera en el río Salor, este último invierno, se vuelve a detectar la presencia de la lugvigia, una vez más.
Para ADENEX es vergonzoso que, después de la experiencia de gestión nefasta en el Guadiana, no se tomen precauciones en el Tajo para que no ocurra lo mismo.
Exigimos que se cree una comisión de emergencia ante este hecho tan repetitivo desde la cual se den explicaciones y soluciones acordes a la amanezca antes de que sea más costoso y demasiado tarde para hacerlo. Una comisión interdisciplinar que no deje fuera a la sociedad civil desde la cual se ha alertado hace más de 4 años.
Le consta que algunas localidades utilizan glifosato y han emprendido podas en época de cría de aves.
La Asociación para la Defensa de la Naturaleza y los Recursos de Extremadura, ADENEX, pide a los ayuntamientos de la comunidad que actúen con responsabilidad en la gestión de los parques y jardines municipales. Extiende esta responsabilidad también a las diputaciones en el mantenimiento de carreteras. En este sentido, ADENEX pide a las administraciones públicas que no empleen glifosato ni herbicidas químicos en la eliminación de plantas “no deseadas” en sus espacios verdes. La Organización Mundial para la Salud, OMS, califica al glifosato como “probablemente cancerígeno para los seres humanos”, basándose en una fuerte evidencia de que es cancerígeno para los animales.
También se sospecha que tiene efectos negativos en los sistemas reproductor e inmunológico, entre otros. Además de en nuestra salud, el uso de glifosato y herbicidas químicos tiene graves impactos en el medio ambiente, puesto que contamina los suelos y el agua y afecta a otros seres vivos a los que en principio no se quiere combatir pero que se convierten en “daños colaterales”. Aún así, ADENEX ha constatado que ayuntamientos que se han declarado libres de glifosatos, lo están empleando en sus trabajos de jardinería.
Por estos motivos, ADENEX ha iniciado una campaña de información a los ayuntamientos con mayor población y extensión de la región, así como a todos aquellos donde posee delegación, además de a ambas diputaciones, sobre los efectos nocivos del uso del glifosato. Les ha aportado consejos y sugerencias para prácticas sostenibles en parques, jardines y márgenes de carreteras, con tratamientos alternativos, eficaces y respetuosos con el medio ambiente.
Por otro lado, la organización también ha tenido noticias del inicio de trabajos de poda de árboles en parques y jardines municipales. ADENEX recuerda a estos ayuntamientos que estamos en plena temporada de cría de todas las aves y que las podas suponen la pérdida de nidadas. Además, hay que recordar que las aves insectívoras están protegidas por ley. Cabe recalcar que son muchos los pájaros que anidan en los árboles de pueblos y ciudades, desde gorriones, a carboneros, herrerillos, mirlos o jilgueros, entre otros, que aportan un sonido de naturaleza en estos espacios urbanos y contribuyen al disfrute ciudadano con su canto y avistamiento. Además, cumplen una importante función en el mantenimiento a raya de insectos que pueden resultar molestos para el ser humano.
La Hoja Verde es una revista digital que se elabora de manera cuatrimestral, dirigida exclusivamente para nuestras personas socias y que ahora ADENEX pone a disposición del público en general como recurso de consulta y aprendizaje a través de sus ediciones anteriores.
Extremadura, en esta desescalada, tiene por delante la emergencia sanitaria, pero una vez en ello no puede dar la espalda al cambio climático tan íntimamente relacionados, también en lo económico. Y lo puede hacer como oportunidad de transición energética local y territorial.
Desde ADENEX proponen como oportunidad de empleo y de iniciativas innovadoras tanto en las instalaciones solares como en proyectos de ahorro y eficiencia energética, desde las edificaciones bioclimáticas a un urbanismo no despilfarrador.
Hasta ahora el territorio se está ocupando mayoritariamente con energía fotovoltaica dando prioridad a empresas del monopolio eléctrico, así como con plantas de solar térmica que hoy están en manos de fondos buitre en paraísos fiscales europeos. Pero si queremos un desarrollo endógeno que permita que jóvenes formados puedan quedarse en la región, que pymes se especialicen en sectores relacionados con la transición energética y que haya una fiscalidad que se quede en la región acorde con lo invertido, debemos cambiar el rumbo.
Y resulta que el marco europeo nos lo permite, a través de la directiva relativa al mercado interior de la electricidad, que la legislación española debe trasponer. En ella se recogen dos modelos que para Extremadura según su reparto poblacional supondría un enorme potencial (el noventa por ciento de los municipios tiene una población inferior a cinco mil habitantes y con 15 ciudades de tamaño medio).
Por una parte se define la Comunidad Local de Energia (CLE) como “una asociación, cooperativa, sociedad, organización sin afán de lucro u otra entidad jurídica que esté controlada por accionistas o miembros locales, generalmente orientada al valor más que a la rentabilidad, dedicada a la generación distribuida y a la realización de actividades de un gestor de red de distribución, suministrador o agregador a nivel local…”. Es decir, que a cada ciudadano se le permita participar directamente tanto en la producción, como en el consumo y en el reparto de la energía.
Por otra parte se define, como : “una entidad jurídica de participación voluntaria y abierta que esté efectivamente controlada por los accionistas o miembros que sean personas físicas, autoridades locales, incluidos los municipios, o pequeñas empresas, que su objetivo principal sea ofrecer beneficios medioambientales, económicos o sociales a sus miembros o en la localidad en la que se desarrolla su actividad, más que generar una rentabilidad financiera”. Una comunidad puede participar por tanto en la generación de energía procedente de fuentes renovables, pero también de la distribución, la agregación y el almacenamiento de la energía.
Este viernes 22 de septiembre se realizó un Taller de Astronomía organizado por la Delegación de ADENEX en Puebla de la Calzada con la colaboración del ayuntamiento de dicha localidad.
En esta convocatoria de ayudas a asociaciones de 2023, la Delegación de ADENEX en Puebla de la Calzada ha querido seguir centrándose en la realización de formación en la iniciación en materias relacionadas con la naturaleza y el medio ambiente, fomentando la educación ambiental, a través de la búsqueda de conocimientos que nos permitan conservar, aprovechar y mantener la naturaleza que nos rodea; desarrollando actividades relacionadas con la ecología, el paisaje y conocimiento local.
Una de las temáticas que pasan más desapercibidas en la educación ambiental es la astronomía, la cual nos ayuda a concienciar sobre distintos aspectos relacionados con el medio ambiente. De ahí que, en esta convocatoria, nuestro curso de formación esté dedicado a esta materia tan abstracta pero tan interesante y atractiva.
Casi cuarenta personas, llegadas de distintos puntos de nuestra geografía, participaron en esta actividad impartida por Gabino Muriel, un reconocido astrónomo que, con su entusiasmo, supo transmitirnos su amor por todo ese mundo que se encuentra encima de nuestras cabezas.
La parte teórica tuvo lugar en el CID Vegas Bajas de Puebla de la Calzada donde pudimos realizar un recorrido por la evolución estelar. La observación nocturna se llevó a cabo en el Merendero Municipal donde pudimos disfrutar, a través del telescopio, de los cráteres de la luna, los anillos de Saturno, las lunas de Júpiter, estrellas dobles o nebulosas. Además de conocer, algunas de las constelaciones más famosas.
