En la reunión del Consejo extremeño de caza del 17 de septiembre de 2020 estas organizaciones han solicitado la suspensión de la media veda para las próximas dos temporadas, que se acabe con la práctica extendida de incluir fincas en los cotos sin autorización y/o conocimiento de sus propietarios. También han pedido que se permita acceder a ciudadanos y asociaciones interesadas a las ayudas que se dan para la recuperación de tórtola, codorniz, perdiz y conejo, en la actualidad se quejan de que sólo pueden solicitarlo los cotos y los resultados no son nada positivos.
También tras los graves incendios de este verano han pedido que no se cace en las zonas incendiadas.
Las nueve asociaciones ecologistas más importantes de Extremadura, ADENEX, AMUS, ANSER, DEMA, ECOLOGISTAS EN ACCIÓN EXTREMADURA, ECOLOGISTAS EXTREMADURA, GRUS, SEO/BIRDLIFE Y SOCIEDAD EXTREMEÑA DE ZOOLOGÍA, representadas en el Consejo Extremeño de Caza, participaron con un representante, el pasado jueves en la reunión de dicho órgano llevada a cabo en Badajoz, junto a otros veintitrés representantes de entidades públicas y privadas de la región; en ella presentaron las propuestas consensuadas entre todas, que fueron previamente enviadas para ser incluidas en el orden del día. Aunque dichas propuestas se incluyeron para ser tratadas sólo como ruegos y preguntas, lo cierto es que pudieron debatirse, aunque en un ambiente no todo lo productivo que sería deseable, opinan.
Se habló de la situación de al menos dos especies cuyo estatus poblacional es muy preocupante; la codorniz (con una reducción poblacional según estudios científicos rigurosos de un 61%) y la tórtola europea, que países tan importantes como Francia han prohibido su caza. El representante de los ecologistas, pidió en base a un dictamen del comité científico del Ministerio de Transición Ecológica (MITECO), que propuso catalogarla como especie “Vulnerable”, que se prohíba su caza y haya una moratoria de al menos dos años para la media veda que fué creada para poder cazar estas dos especies migratorias.
El sector cinegético y la Junta pretenden cumplir con la obligación europea de conservar la tórtola bajando unos pocos días hábiles de caza y el cupo de aves abatidas (de 7 a 5 por cazador y día) en vez de atender a las demandas de las ONGs sobre moratoria temporal de varios años, como se acaba de aprobar en Francia.
La Asociación para la Defensa de la Naturaleza y los Recursos de Extremadura, ADENEX, se ha reunido con el presidente de la Junta de Extremadura, quien había solicitado un encuentro con la organización tras el auto del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, TSJEx, sobre Valdecañas, conocido la semana pasada. La reunión ha tenido lugar el miércoles 8 de julio en la sede de Presidencia. ADENEX ha trasladado a Guillermo Fernández Vara su intención de recurrir el auto del TSJEx. Además, la organización quiere participar activamente en la recuperación del espacio natural de Valdecañas, más allá de tener un mero papel de observador como establece el tribunal. En este punto, coincide con la propuesta del presidente de la Junta de una participación más activa de las organizaciones ecologistas implicadas en este asunto.
Guillermo Fernández Vara se ha comprometido a enviar a ADENEX en las próximas semanas un documento con la propuesta de recuperación de Valdecañas, en los términos que establece el auto, para que la organización haga sus aportaciones. ADENEX quiere mejorar las indicaciones del TSJEx de recuperación de este espacio natural, que considera insuficientes en algunos aspectos, como en lo relativo al campo de golf, una de las instalaciones construidas más contaminantes, así como en el cumplimiento de los términos que en su día estableció la declaración de impacto ambiental del complejo de Valdecañas y que, a juico de ADENEX, no se están llevando a cabo. El presidente de la Junta ha transmitido a la organización que, en principio, la Junta no pone límites a estas mejoras, siempre que sean asumibles económicamente por la administración.
En cualquier caso, la solución que finalmente se adopte, más allá de lo establecido por el TSJEx en su auto de ejecución, no solo ha de servir de ejemplo para que no se repita una actuación como esta, sino que además de restaurarse y prevenirse el daño del mantenimiento del complejo, se deben compensar, por mandato legal, los daños causados por su construcción y la expulsión “de facto” de la isla de Valdecañas de la Red Natura 2000.
Voluntarios y voluntarias de ADENEX, Asociación para la Defensa de la Naturaleza y los Recursos de Extremadura, están inmersos durante los últimos meses en la Campaña de salvamento y conservación de los aguiluchos cenizos en Extremadura. Actualmente la Junta de Extremadura se hace responsable de la campaña a través de la Dirección General de Sostenibilidad y el GEA (Grupo Extremeño de Aguiluchos), en cuyo equipo se ha integrado ADENEX para hacer el seguimiento de la reproducción de esta especie en los términos municipales de la provincia de Badajoz: Mérida, Calamonte, Arroyo de San Serván, Mirandilla, El Carrascalejo, Aljucén, La Nava de Santiago, La Roca de la Sierra, Lobón, Montijo, Puebla de la Calzada, La Garrovilla, Esparragalejo, Los Canchales y el P. N. de Cornalvo. Esta campaña no se llevaba a cabo en el entorno de Mérida y Vegas Bajas desde 2012.
Hasta el momento, se han marcado diez nidos, que estas aves realizan en el suelo, para que las cosechadoras no los arrasen en plena época de cría, que coincide con la recolección del cereal. Los seis voluntarios de ADENEX que participan en este proyecto continúan trabajando en este marcaje puesto que la campaña cerealista aún no ha terminado en Extremadura. Tras esta labor, procederán al anillamiento de los pollos y el seguimiento de los nidos hasta que los aguiluchos cenizos completen su temporada de cría.
Muchos ciudadanos habrán visto alguna vez en los medios de comunicación o directamente en el campo la terrible imagen de un nido de aguilucho cenizo delante de la cosechadora. Estas bellas aves se encuentran en una profunda regresión, siendo cada vez más difícil verlas campear y disfrutar de sus vuelos acrobáticos, por los territorios que desde hace milenios dominaban. Es importante mencionar que se trata de una especie migratoria y adaptada a recorrer grandes distancias volando desde el contingente europeo, donde se reproduce, y el África Subsahariana, donde inverna. El aguilucho cenizo (Circus pygargus), se encuentra incluido en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Extremadura con la figura de Sensible a la Alteración de su Hábitat, figura que abala su protección en el territorio regional.
- Ecologistas en Acción y ADENEX expresan su indignación por el auto del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura en el que decide mantener todos los edificios terminados de la urbanización ilegal Marina de Valdecañas.
- Conviene recordar que se trata de un caso palmario de incumplimiento de la normativa ambiental y urbanística, en el que todas las sentencias de las diferentes instancias judiciales han venido confirmando la ilegalidad de la urbanización y el papel negligente de la administración local y extremeña.
- Por tanto, esta sentencia, que será recurrida por los grupos ecologistas, supone asumir una tremenda ilegalidad por la vía de los hechos consumados.
Hace ya más de doce años que dos organizaciones ecologistas, ADENEX y Ecologistas en Acción de Extremadura, iniciaron un proceso administrativo y judicial en contra de una urbanización, Marina Isla de Valdecañas, en plena zona Red Natura 2000, un espacio (teóricamente) protegido y no urbanizable.
Resulta difícil encontrar un caso tan rotundo de vulneración de la legislación ambiental y urbanística. Por ello, es indignante e incomprensible en un verdadero Estado de Derecho la sentencia que se acaba de hacer pública. Así, el fallo contradice abiertamente el resultado de la prueba pericial que realizó la Estación Biológica de Doñana, que afirmaba claramente que el impacto del mantenimiento de la urbanización es muy superior al de su demolición.
Tampoco, como se afirma, existe imposibilidad material de ejecutar la sentencia. Puede ser difícil o costoso, pero desde luego no resulta imposible.
Con esta sentencia el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura viene a asumir que la política de hechos consumados funciona en España. Igual que a este Tribunal le faltó valor para ejecutar unas medidas cautelares que paralizaran la obra en sus principios, ahora le ha faltado ese mismo coraje jurídico para sentenciar la única solución válida en derecho, y ha acordado lo que pretendían conseguir tanto la Junta de Extremadura como los propietarios de esta urbanización ilegal.
ADENEX exige explicaciones y aclaraciones suficientes acerca de la proliferación de plantas invasoras en la cuenca del Tajo en Extremadura, pues desde hace más de 4 años se conocen afeccione en distintos afluentes del Tajo y, ahora mismo, en el propio embalse de Alcántara.
Este domingo nos dan la señal de alarma que una nueva planta invasora está cubriendo todo el embalse del Tajo en la zona de Garrovillas de Alconétar (Cáceres).
Se trata de la azolla, cuya extensión amenaza todo el embalse de Alcántara. De características distintas al camalote en el Guadiana, pero igualmente expansiva probablemente con una temperatura y humedad ambiente determinada. Localizada ya el noviembre pasado, ha vuelto y nos tenemos que, si no se controla, para quedarse.
Y resulta que la azolla es una vieja conocida, pues en mayo de 2016, ya estuvo en el río Almonte en su confluencia con el Tajo. En aquel entonces tanto la Junta de Extremadura como Confederación del Tajo llamaron a la tranquilidad "no pasaba nada". Un manto de color rojizo cubría más de un kilómetro de lo que se denominó entonces un helecho de agua. El riesgo estaba en que llegara al propio pantano del Guadiloba, de donde la ciudad de Cáceres toma el agua. Por lo demás, "no hay motivos de preocupación". Aunque ahora, precisamente ahora en este confinamiento, se ha vuelto a pedir el trasvase del Almonte al Guadiloba para abastecer con seguridad a Cáceres. Deciden desempolvar el famoso trasvase del Portaje paralizado desde el 2013 por problemas técnicos, económicos y ambientales evidentes.
Por otra parte, durante diciembre de 2018 en el río Salor y, en enero del 2019 en el río Almonte, aparecen con una nueva invasora, la lugvigia, la cual inunda superficialmente 9 kilómetros de río Alagón con gran riqueza piscícola y deportiva. Tampoco es similar al camalote ya que no se fija al fondo, pero con consecuencias similares de impactos ecológicos.
Las quejas municipales y sociales entonces tampoco fueron escuchadas, ni por Confederación Hidrográfica del Tajo, ni por la Junta de Extremadura. Cada una de ellas se aferró a sus competencias siendo incapaces de coordinarse entre ellas y dejar que todo siguiera sin resolverse. De esta manera en el río Salor, este último invierno, se vuelve a detectar la presencia de la lugvigia, una vez más.
Para ADENEX es vergonzoso que, después de la experiencia de gestión nefasta en el Guadiana, no se tomen precauciones en el Tajo para que no ocurra lo mismo.
Exigimos que se cree una comisión de emergencia ante este hecho tan repetitivo desde la cual se den explicaciones y soluciones acordes a la amanezca antes de que sea más costoso y demasiado tarde para hacerlo. Una comisión interdisciplinar que no deje fuera a la sociedad civil desde la cual se ha alertado hace más de 4 años.